15 mil científicos imploran a la humanidad que salven el planeta.
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Hace poco tiempo, al Este de Marruecos, se han encontrados cráneos de Homo Sapiens en perfectas condiciones y curiosamente; Son semejantes en morfología y tamaño a la de un cráneo actual de cualquiera de nosotros, según informan. El cráneo encontrado está datado en 300 mil años, con lo que: el Homo Sapiens no remonta a 200 mil años como venía afirmando la antropología oficialista y la ciencia (dichosa ciencia), sino 300 mil como mínimo,... es mucho tiempo de diferencia.
Cráneo perfecto, con dentadura completa y hermosa describen, de unos 40 años de edad. Parece ser por las pruebas las sociedades antiguas vivían en entornos limpios, fuera de patógenos alimentarios, quizás con calidad de vida, calmada y ordenada por las pruebas mostradas en el hallazgo.
¿Entonces, qué sabemos del Homo Sapien ancestral, cómo es posible que vivieran saludablemente hace 300 mil años, si la historia escrita nos viene contando algo muy diferente sobre la realidad de sus vidas en constante supervivencia extrema; Carnívoros y recurrentes de guerras territoriales como viene siendo en algunas de las especies de mamíferos que hoy viven en la Tierra como el León o cualquiera de las especies que sabemos territoriales?.
Si observamos al Homo Sapiens del siglo XXI: observamos tecnología, transportes, farmacología, alimentación accesible, sanidad y educación.
A la vez observamos un mundo deteriorado, con perdida de recursos, de fauna, con perdida de realidades vitales desde siglos hasta llegar a hoy en un desequilibrio acelerado de nuestro entorno como es más que notorio hoy en día, nuestra actualidad genocida y despiadada del mismo ser humano y de todos los seres y recursos sobre la Tierra.
Las personas del siglo XXI padecen más que nunca desequilibrios vitales y enfermedades mentales, trastornos de adaptación y alimentación. Padecemos constantes problemas de comunicación social, incluso con las promesas de facilidad, gratuidad y cercanía que nos ofrecen las redes sociales.
Hemos convertido las sociedades y ciudades en psiquiátricos amueblados por desequilibrio crónico y abuso institucionalizado, donde muchos inconscientes defienden lo de pocos, con el resultado del sufrimiento de muchos (la inmensa mayoría), esos pocos que generan el desequilibrio a costa de bienes y servicios prestados por la naturaleza para el beneficio del sistema monetario y sus dueños, creadores del dios moderno dinero al que todos adoramos sin remordimiento ni reflexión de ningún tipo.
El ser humano, la flora y fauna es algo más que una mercancía... o un producto, es una extensión de la Tierra de la que nacimos y a la que debemos volver en una estructura de reciclaje orgánico, construyendo patrones de vida incomprensible para nuestro velo intelectual y sensorial.
La vida, el humano y la tierra forman una triangulación maravillosa de la que nos separamos día a día..., en una realidad de extinción generalizada; la raza o especie humana y la casa que nos ofrece la posibilidad de vivir y trascender, parecen llegan al final de su romance y asociación.
Nosotros los humanos, no tenemos dignidad ni talento para liderar como especie la Tierra.
Estamos asesinando, apuñalamos cada día la madre Tierra, cada uno de nosotros sin darnos cuenta en la mayoría de los casos, en cada punto del planeta, sin respeto ni miras de futuro ni sostenibilidad.
Debemos trabajar por el bien común y el respeto a la Tierra como nuestros antiguos en una convivencia ejemplar.
Debemos trabajar y presionar a los legisladores todos, por una nueva realidad terrestre en la que: los árboles, las plantas y animales sean absolutamente imprescindibles para la vida y por lo tanto, tengan el estatus de respeto como mayor bien que poseemos.
Debemos presionar para limitar las posesiones, ninguna persona debe tener mucho mas de lo que garantice su bien estar, generando así el equilibrio para todos mediante la tranquilidad y el progreso colectivo.
La sociedad limpia y sana empieza desde la educación y la consciencia horizontal generalizada. OlmO
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